Mente y espíritu

Versión para imprimirVersión para imprimir

MENTE Y ESPÍRITU

I. EL DISCURSO DE JESÚS SOBRE LA MENTE

Hijo mío, ya te he hablado mucho de la mente del hombre y del espíritu divino que vive dentro de la mente, pero ahora permíteme acentuar el que la autoconciencia es una realidad. Cuando un animal desarrolla una conciencia de sí mismo, se convierte en un hombre primitivo. Esta evolución deriva de una coordinación de funciones entre la energía impersonal y la mente capaz de concebir el espíritu, y es este fenómeno el que justifica el otorgamiento de un punto focal absoluto para la personalidad humana: el espíritu del Padre celestial.

Las ideas no son tan sólo un registro de las sensaciones. Las ideas son sensaciones más las interpretaciones reflexivas del yo personal; y el yo es más que la suma de las sensaciones. Comienza a haber un acercamiento a la unidad en un yo evolutivo, y esa unidad se deriva de la presencia residente de una parte de la unidad absoluta que activa espiritualmente a esa mente autoconsciente de origen animal.

Los animales no podrían poseer una autoconciencia temporal. Los animales poseen una coordinación fisiológica de la asociación del reconocimiento de los sensaciones y la memoria de éstas, pero ningún animal experimenta aquel reconocimiento de las sensaciones que discierne su significado ni muestra aquella asociación de estas experiencias físicas combinadas que ve su propósito, tal como se manifiesta en las conclusiones de las interpretaciones humanas inteligentes y reflexivas. Y este hecho de una existencia autoconsciente, asociado con la realidad de su subsecuente experiencia espiritual, constituye al hombre como un hijo potencial del universo y prefigura su alcance final de la Suprema Unidad del universo.

Pero el yo humano no es meramente la suma de estados de conciencia sucesivos. No habría, sin el funcionamiento eficaz de un clasificador y asociador de la conciencia, unidad suficiente para justificar la designación de un yo. Tal mente no unificada difícilmente podría alcanzar los niveles de conciencia que pertenecen al estado humano. Si las asociaciones mentales en la conciencia fueran simplemente un accidente, exhibiría la mente de todos los mortales las asociaciones incontroladas y al azar de ciertas fases de locura mental.

Una mente humana construida tan sólo sobre la base de la conciencia de las sensaciones físicas, no podría alcanzar nunca los niveles espirituales; este tipo de mente material carecería totalmente de valores morales y del sentido de orientación dominado por el espíritu que es tan esencial para lograr una unidad armoniosa de la personalidad en el tiempo, y que es inseparable de la supervivencia de la personalidad en la eternidad.

La mente humana comienza desde muy temprano a manifestar cualidades que son supermateriales; el intelecto humano verdaderamente reflexivo no está completamente sujeto a las limitaciones del tiempo. Que los individuos difieran tanto en su actuación en la vida, indica, no sólo las variables dotes hereditarias y las diferentes influencias del medio ambiente, sino también el grado de unificación que el yo ha logrado con el espíritu residente del Padre, la medida de la identificación del uno con el otro.

La mente humana no soporta bien el conflicto de una doble lealtad. Es un peso muy grande para el alma sufrir la experiencia de esforzarse por servir al bien y al mal a la vez. La mente supremamente feliz y eficazmente unificada es aquella dedicada por entero a hacer la voluntad del Padre celestial. Los conflictos no resueltos destruyen la unidad y pueden dar lugar a la dislocación de la mente. Pero el carácter de supervivencia del alma no se alimenta intentando asegurar la paz mental a cualquier precio, abandonando nobles aspiraciones o comprometiendo ideales espirituales; más bien tal paz se alcanza por la afirmación decidida del triunfo de lo que es verdadero, y esta victoria se logra venciendo el mal con la poderosa fuerza del bien.” (1479.6) 133:7.6

II. LA NATURALEZA DE LA MENTE

1. La naturaleza de la mente.

La mente es un fenómeno que connota la actividad presencia del ministerio viviente, además de variados sistemas de energía; y esto es así en todos los niveles de la inteligencia. En la personalidad, la mente interviene constantemente entre el espíritu y la materia; por lo tanto tres tipos de luz iluminan el universo: la luz material, el discernimiento intelectual y la luminosidad del espíritu.” (9.10) 0:6.8

2. La mente mortal, un telar cósmico.

“La mente material del hombre mortal es el telar cósmico que lleva el tejido morontial sobre el cual el Ajustador del Pensamiento residente teje los diseños espirituales de un carácter universal de valores duraderos y significados divinos —un alma sobreviviente de destino último y carrera sin fin, un finalista potencial.

“La personalidad humana se identifica con la mente y el espíritu, vinculados en enlace funcional por la vida en un cuerpo material. Este enlace funcional de mente y espíritu no da como resultado una combinación de las cualidades o atributos de la mente y del espíritu, sino más bien da un valor universal enteramente nuevo, original y único de perduración potencialmente eterna: el alma.” (1217.6) 111:2.2

3. Los siete espíritus ayudantes de la mente.

“Los siete espíritus ayudantes de la mente son los versátiles ministros de la mente que sirven a los entes inteligentes inferiores del universo local. Se atiende a este orden de mente desde la sede central del universo local o desde algún mundo comunicado con ella, pero desde las capitales de los sistemas proviene orientación que influye en la función de la mente inferior.

“En un mundo evolucionario muchísimo depende de la labor de estos siete ayudantes. Pero son ministros de la mente; no se ocupan de la evolución física, siendo ésta el dominio de los Portadores de Vida. No obstante, la integración perfecta de estas dotaciones del espíritu con el procedimiento natural y ordenado del régimen inherente en desarrollo de los Portadores de Vida es la causa de la incapacidad del mortal para discernir en el fenómeno de la mente nada más que las obras de la naturaleza y el funcionamiento de los procesos naturales; si bien, ocasionalmente, os quedáis un tanto perplejos al explicaros todo cuanto está relacionado con las reacciones naturales de la mente respecto a su asociación con la materia. Y si Urantia operara más de acuerdo con los planes originales, observaríais aún menos cosas que os llamaran la atención en el fenómeno de la mente.” (738.4) 65:7.1 Isa. 11:2, 3.

4. La mente superconsciente.

“Sólo en los niveles más elevados de la mente superconsciente a medida que se inmiscuye en el mundo espiritual de la experiencia humana, podéis encontrar esos conceptos más elevados en asociación con los modelos originales eficaces que contribuirán a la construcción de una civilización mejor y más duradera. La personalidad es inherentemente creadora, pero funciona así tan sólo en la vida interior del individuo.” (1220.4) 111:4.5

5. La mente mortal mancillada.

“La mente, en Urantia, es un avenimiento entre la esencia de perfección del pensamiento y la mentalidad evolutiva de vuestra naturaleza inmadura humana. El plan para vuestra evolución intelectual es, ciertamente, de perfección sublime, pero vosotros mucho distáis de esa meta divina mientras funcionáis en el tabernáculo de la carne. La mente es verdaderamente de origen divino, y tiene un destino divino, pero vuestras mentes mortales no han alcanzado aún la dignidad divina.

“Muy frecuentemente, demasiado frequentemente desfiguráis vuestras mentes con la insinceridad y las marchitáis con la maldad; las sometéis a los temores animales y las distorsionáis con ansiedades inútiles. Por lo tanto, aunque la fuente de la mente sea divina, la mente tal como la conocéis en vuestro mundo de ascensión, difícilmente puede llegar a ser objeto de gran admiración, y mucho menos de adoración o culto. La contemplación del inmaduro e inactivo intelecto humano debería llevar tan sólo a reacciones de humildad.” (103.4) 9:5.6

6. Evaluación comparativa de la mente humana.

“Forma con los ojos de la mente el retrato de uno de vuestros antepasados primitivos de los tiempos de las cavernas —un hombre bajo, deforme, corpulento, sucio, hosco, de pie, con las piernas abiertas, blandiendo un garrote, emanando odio y animosidad, a medida que fija la vista delante de él con expresión feroz. Este cuadro no pinta la dignidad divina del hombre. Pero ampliemos el cuadro. Frente a este humano animado se agazapa un tigre de dientes sable. Detrás de él, una mujer y dos niños. Inmediatamente reconocerás que este cuadro simboliza los comienzos de mucho de lo que es noble y bueno en la raza humana; pero el hombre es el mismo en ambas situaciones. Sólo que en la segunda, tienes un horizonte más amplio. Allí disciernes la motivación de este mortal evolutivo. Su actitud se vuelve loable, porque lo comprendes. Si puedes tan sólo imaginar los motivos de tus asociados, cuanto mejor podrás comprenderlos. Si tan sólo puedes conocer a tus semejantes, finalmente te enamorarás de ellos.” (1098.2) 100:4.5

III. LAS FUNCIONES CARACTERÍSTICAS DE LA MENTE

1. La capacidad de aprender.

“La adquisición del potencial de la capacidad de aprender de la experiencia señala el comienzo del funcionamiento de los espíritus ayudantes, y estos funcionan desde las mentes inferiores de los entes primitivos e invisibles hasta los tipos superiores en la escala evolucionaria de los seres humanos. Los ayudantes son la fuente y el modelo original para la conducta de la mente, que viene a ser algo misteriosa en las rápidas reacciones al medio ambiente material, las cuales no se alcanzan a comprender del todo. Han de pasar mucho tiempo estas influencias fieles y siempre seguras, llevando adelante su servicio preliminar antes de que la mente animal alcance los niveles humanos de la receptividad en cuanto al espíritu.” (739.2) 65:7.6

2. Las funciones de la mente humana.

“La evolución de los mecanismos implica e indica la presencia y dominación ocultas de la mente creadora. La habilidad del intelecto mortal para concebir, diseñar y crear mecanismos automáticos demuestra las cualidades superiores, creadoras y concertadas de la mente del hombre como influencia dominante en el planeta. La mente siempre anhela:
1. La creación de mecanismos materiales.

2. El descubrimiento de misterios ocultos.

3. La exploración de situaciones remotas.

4. La formulación de sistemas mentales.

5. El logro de objetivos de sabiduría.

6. El logro de niveles espirituales.

7. El cumplimiento de los destinos divinos: supremo, último y absoluto.” (483.1) 42:12.1

3. La mente como coordinadora de las realidades.

“La mente es la técnica por medio de la cual las realidades espirituales se hacen experienciales para las criaturas con personalidad. Y en último análisis, las posibilidades unificadoras incluso de la mente humana, la capacidad de coordinar cosas, ideas y valores, es supermaterial.” (140.4) 12:8.8

4. Las extensas relaciones de la mente.

“Es propósito de la enseñanza desarrollar y agudizar estas dotaciones innatas de la mente humana; de la civilización, expresarlas; de la experiencia de vida, comprenderlas; de la religión, ennoblecerlas; y de la personalidad, unificarlas.” (192.7) 16:6.11

IV. LA MENTE RELACIONADA CON EL ESPACIO Y EL TIEMPO

1. La mente mortal relacionada con el espacio y el tiempo.

“Las relaciones con el tiempo no existen sin movimiento en el espacio, pero sí existe la conciencia del tiempo. El concepto de lo secuencial puede llevar a la conciencia el concepto del tiempo aun en ausencia de movimiento. La mente del hombre está menos sujeta al tiempo que al espacio, debido a la naturaleza intrínseca de la mente. Aun durante los tiempos de la vida terrestre en la carne, a pesar de que la mente del hombre está rígidamente sujeta al espacio, la imaginación humana creadora está comparativamente libre del tiempo. Pero el tiempo mismo no es, genéticamente, una cualidad de la mente.” (135.4) 12:5.5

2. Las relaciones de gravedad de la mente.

“A medida que la mente de cualquier personalidad del universo se hace más espiritual —más semejante a Dios— responde menos a la gravedad material. La realidad, medida por la respuesta a la gravedad física, es la antítesis de la realidad determinada por la calidad del contenido espiritual. La acción física-gravitacional es un determinador cuantitativo de la energía no espiritual; la acción espíritugravitacional es la medida cualitativa de la energía viviente de la divinidad.” (140.1) 12:8.5

3. La relación de la mente con la energía y el espíritu.

“Aunque la mente es asociada con la energía en los seres puramente materiales, y asociada con el espíritu en las personalidades puramente espirituales, innumerables órdenes de personalidad, incluyendo a los humanos, poseen mentes que están asociadas tanto con la energía como con el espíritu. Los aspectos espirituales de la mente de las criaturas responden infaliblemente a la influencia de la gravedad espiritual del Hijo Eterno; los rasgos materiales responden al impulso de la gravedad del universo material.” (104.3) 9:6.5

4. Las funciones diferenciales de la mente.

“Cuanto mayor sea la divergencia entre espíritu y energía, tanto mayor será la función observable de la mente; cuanto menor sea la diversidad entre energía y espíritu, tanto menor será la función observable de la mente. Al parecer, la función máxima de la mente cósmica está en los universos temporales del espacio. Aquí la mente parece funcionar en una zona intermedia entre la energía y el espíritu, pero esto no es cierto respecto de los niveles más elevados de la mente; en el Paraíso, la energía y el espíritu son esencialmente uno.”(104.5) 9:6.7

V. LA MENTE CÓSMICA

1. La mente cósmica.

La mente cósmica. Esta es la mente séptuple diversificada del espacio y el tiempo, cada fase de la cual es ministrada por cada uno de los Siete Espíritus Rectores de uno de los siete superuniversos. La mente cósmica comprende todos los niveles de la mente finita y se coordina experiencialmente con los niveles de la deidad evolucionaria de la Mente Suprema y trascendentalmente con los niveles existenciales de la mente absoluta —los circuitos directos del Actor Conjunto." (481.3) 42:10.6

2. La mente evolutiva y la mente cósmica.

“Cuando una mente en evolución se sincroniza con los circuitos de la mente cósmica, cuando un universo en evolución se vuelve estabilizado según el modelo original del universo central, cuando un espíritu en avance se pone en contacto con el ministerio unido de los Espíritus Rectores, cuando una personalidad mortal ascendente finalmente se sincroniza con la guía divina del Ajustador residente, entonces la actualidad del Supremo se torna un grado más real en los universos; entonces la divinidad de la Supremacía ha avanzado un paso más hacia la realización cósmica.” (1278.3) 117:0.3

3. Los "espíritus afines" explicados mediante la mente cósmica.

“El hecho de la mente cósmica explica la similitud de varios tipos de mentes humanas y superhumanas. No sólo hay atracción entre los espíritus semejantes, sino que las mentes semejantes también son muy fraternales y se inclinan a la cooperación las unas con las otras. Se han observado algunas mentes humanas que funcionan en canales de sorprendente similitud y en un acuerdo inexplicable.” (191.6) 16:6.3

4. La mente anticipa la causa y el efecto.

“La respuesta selectiva de un animal se limita al nivel motor de conducta. El supuesto discernimiento de los animales más elevados está en un nivel motor y generalmente aparece tan sólo después de la experiencia motora de prueba y error. El hombre es capaz de ejercer discernimiento científico, moral y espiritual antes de toda exploración o experimentación.

“Tan sólo una personalidad puede reconocer lo que hace antes de hacerlo; tan sólo personalidades poseen el discernimiento antes de la experiencia. Una personalidad puede observar antes de saltar y por lo tanto puede aprender de la observación así como de la acción de saltar. Un animal sin personalidad generalmente aprende sólo saltando.” (193.1) 16:7.2

VI. LA MENTE ES SUPERMATERIAL

1. El universo es de mente divina.

“Suponer que el universo puede ser conocido, que es inteligible, es suponer que el universo es una creación de la mente y está administrada por la personalidad. La mente del hombre sólo puede percibir los fenómenos mentales de otras mentes, sean ellas humanas o sobrehumanas. Si la personalidad del hombre puede experimentar el universo, hay una mente divina y una personalidad real oculta en alguna parte de ese universo.” (30.6) 1:6.7

2. La mente no es mecanicista.

“Existe una gran laguna cósmica entre la materia y el pensamiento, y esta laguna es inmensurablemente mayor entre la mente material y el amor espiritual. No se puede explicar la conciencia, y aun menos la autoconciencia por ninguna teoría de asociación electrónica mecanicista o de fenómeno materialista de la energía.” (1228.5) 112:2.10

3. La física y la química no pueden explicar la mente.

“La física y la química solas no pueden explicar cómo el ser humano evolucionó a partir del protoplasma primitivo de los primeros mares. La capacidad de aprender — la memoria y la respuesta diferenciada al medio ambiente— es la provisión de la mente. Las leyes de la física no responden a la capacitación; son inmutables e invariables. Las reacciones de la química no son modificadas por la enseñanza; son uniformes y seguras. Aparte de la presencia del Absoluto No Cualificado, las reacciones eléctricas y químicas son previsibles. Pero la mente puede aprovecharse de la experiencia, puede aprender de los hábitos reactivos del comportamiento en respuesta a la repetición de los estímulos.” (738.1) 65:6.8

4. La voluntad es superior a la mente y a la materia.

“En los laboratorios evolucionarios cósmicos, la mente siempre domina la materia, y el espíritu siempre está correlacionado con la mente. Si estas diversas dotaciones no logran sincronizarse y coordinarse, puede ocasionar retrasos en el tiempo; pero, si un determinado individuo en verdad conoce a Dios y desea encontrarle y llegar a ser como él, la supervivencia está garantizada a pesar de los obstáculos del tiempo. La condición física puede entorpecer la mente, y la perversidad mental puede retrasar la obtención espiritual; sin embargo, ninguno de estos obstáculos puede vencer la elección hecha con toda la voluntad del alma.” (740.1) 65:8.5

5. La mente y el espíritu hacen evolucionar al alma.

“Existe una unidad cósmica en los distintos niveles mentales del universo de los universos. Los yos intelectuales tienen su origen en la mente cósmica tal como las nebulosas tienen su origen en las energías cósmicas del espacio universal. En el nivel humano (por lo tanto personal) de los yos intelectuales, el potencial de evolución espiritual se torna dominante con el consentimiento de la mente moral, debido a las dotes espirituales de la personalidad humana, juntamente con la presencia creadora de una entidad de valor absoluto en tales yos humanos. Pero tal dominio del espíritu sobre la mente material requiere dos experiencias: esta mente debe haber evolucionado a través del ministerio de los siete espíritus ayudantes de la mente, y el yo material (personal) debe elegir cooperar con el Ajustador residente para crear y fomentar el yo morontial, el alma evolucionaria y potencialmente inmortal.” (1216.3) 111:1.2

6. La mente es el terreno de la elección eterna.

“La mente material es la arena en la cual viven las personalidades humanas, tienen autoconciencia, toman decisiones, eligen a Dios o lo abandonan, se eternizan o se destruyen a sí mismos.” (1216.4) 111:1.3

VII. RELACIONES ENTRE MENTE Y ESPÍRITU

1. La perspicacia del espíritu trasciende a la mente.

“La mente absoluta es la mente de la Tercera Persona; es inseparable de la personalidad de Dios el Espíritu. La mente, en los seres funcionales, no está separada ni de la energía ni del espíritu, ni de ambos. La mente no es inherente a la energía; la energía es receptiva y responde a la mente; la mente puede sobreimponerse a la energía, pero la conciencia no es inherente en el nivel puramente material. La mente no tiene que ser agregada al espíritu puro, porque el espíritu es naturalmente consciente e identificante. El espíritu es siempre inteligente, posee mentalidad en alguna medida. Puede ser esa mente o aquella, puede ser premente o supermente, incluso mente espiritual, pero hace el equivalente del pensamiento y el conocimiento. El discernimiento del espíritu trasciende, supera y teóricamente antedata la conciencia de la mente.” (102.2) 9:4.2

2. La mente es significado—el espíritu es valor.

“La fuerza cósmica responde a la mente así como la mente cósmica responde al espíritu. El espíritu es propósito divino, y la mente espiritual es propósito divino en acción. La energía es objeto, la mente es significado, el espíritu es valor. Aun en el tiempo y en el espacio, la mente establece esas relaciones relativas entre la energía y el espíritu que son indicativas de parentesco mutuo en la eternidad.” (102.5) 9:4.5

3. La mente actúa en los reinos espiritual y material.

“La mente trasmuta los valores del espíritu en significados del intelecto; la volición tiene el poder de fructificar los significados de la mente a los dominios material y espiritual. El ascenso al Paraíso comprende un crecimiento relativo y diferencial en espíritu, mente y energía, siendo la personalidad el unificador de esos componentes de la individualidad experiencial.” (102.6) 9:4.6

4. La correlación de las influencias espirituales.

“La personalidad de ministerio del serafín guardián, la presencia Divina del Ajustador residente, la acción en circuito del Espíritu Santo y la conciencia del Hijo del Espíritu de la Verdad están todas divinamente correlacionadas en una unidad significativa de ministerio espiritual en la personalidad mortal y para la misma. Aunque provienen de diferentes fuentes y niveles diferentes, estas influencias celestiales están todas integradas en la presencia acogedora y evolutiva del Ser Supremo.” (1245.6) 113:4.6

5. La mente es el instrumento que usa la voluntad.

“La mente es el instrumento cósmico sobre el cual la voluntad humana puede tocar la discordia de la destrucción, o sobre el cual esta misma voluntad puede extraer las melodías exquisitas de la identificación con Dios y la consiguiente supervivencia eterna. El Ajustador donado al hombre es, en último análisis, impermeable al mal e incapaz de pecar, pero la mente mortal puede efectivamente ser distorsionada, torcida y volverse malvada y fea por las maquinaciones pecaminosas de una voluntad humana perversa y autogratificante. Del mismo modo esta mente puede tornarse noble, bella, verdadera y buena —realmente grande— de acuerdo con la voluntad iluminada por el espíritu de un ser humano que conoce a Dios.” (1217.1) 111:1.6

6. Rangos de estabilidad mental.

“La mente evolucionaria es tan sólo estable y confiable cuando se manifiesta en los dos extremos de la intelectualidad cósmica: el extremo totalmente mecanizado y el extremo totalmente espiritualizado. Entre los extremos intelectuales del puro control mecánico y de la verdadera naturaleza espiritual se interpone ese enorme grupo de mentes en evolución y en ascensión cuya estabilidad y tranquilidad dependen de la elección de la personalidad y de la identificación con el espíritu.” (1217.2) 111:1.7

VIII. LOS AJUSTADORES Y LA MENTE

1. Los Ajustadores no tienen un mecanismo funcional especial.

“El Ajustador del Pensamiento no tiene mecanismos especiales para obtener la autoexpresión; no hay ninguna facultad religiosa mística para la recepción o la expresión de las emociones religiosas. Estas experiencias se vuelven disponibles mediante el mecanismo natural de la mente mortal. Y en esto yace la explicación de las dificultades del Ajustador para ponerse en comunicación directa con la mente material de su morada permanente.” (1104.5) 101:1.2

2. Los Ajustadores trabajan a través de las mentes materiales.

“Aunque la tarea de los Ajustadores es de naturaleza espiritual, deben, por fuerza, hacer todo su trabajo sobre una base intelectual. La mente es el terreno humano del cual el espíritu Monitor debe evolucionar el alma morontial con la cooperación de la personalidad anfitriona.” (1216.2) 111:1.1

3. Las relaciones de la mente con los Ajustadores.

“Tú, como criatura personal, tienes mente y voluntad. El Ajustador, como criatura prepersonal, tiene premente y prevoluntad. Si te conformas tan plenamente con la mente del Ajustador, como veis con los mismos ojos, entonces vuestras mentes se vuelven una sola, y tú recibes el refuerzo de la mente del Ajustador. Posteriormente, si tu voluntad ordena y obliga a la ejecución de las decisiones de esta nueva mente combinada, la voluntad prepersonal del Ajustador obtiene expresión de personalidad a través de tu decisión, y en cuanto se refiera a ese proyecto en particular, tú y el Ajustador seréis uno. Tu mente ha alcanazado la sincronización divina, y la voluntad del Ajustador ha logrado expresión de personalidad.” (1205.3) 110:2.5

4. Cooperación con los Ajustadores.

“Pero el hombre no rinde su voluntad pasiva y servilmente al Ajustador. Más bien elige activa, positiva y cooperativamente seguir la guía del Ajustador cuando y como dicha guía difiere conscientemente de los deseos e impulsos de la mente mortal natural. Los Ajustadores manipulan pero nunca dominan la mente del hombre contra su voluntad; para los Ajustadores la voluntad humana es suprema. Y mucho respetan y reverencian la voluntad humana mientras tratan de alcanzar los objetivos espirituales de ajuste del pensamiento y transformación del carácter en la arena casi sin límites del intelecto humano en evolución.” (1217.3) 111:1.8

5. La voluntad humana es el capitán del barco.

“La mente es tu buque, el Ajustador es tu piloto, la voluntad humana es el capitán. El dueño del barco mortal debería tener la sabiduría de confiar en el piloto divino para guiar a su alma ascendente a los puertos morontiales de la supervivencia eterna. Sólo mediante el egoísmo, la pereza y el pecado puede la voluntad del hombre rechazar la guía de un piloto tan amante y finalmente naufragar su carrera mortal en los acantilados malignos de la misericordia rechazada y contra las rocas del pecado aceptado. Con tu consentimiento, este piloto fiel te conducirá con seguridad a través de las barreras del tiempo y de los obstaculos del espacio a la fuente misma de la mente divina y aun más allá, aun hasta el Padre Paradisiaco de los Ajustadores.” (1217.4) 111:1.9

IX. EL PREDOMINIO DEL ESPÍRITU

1. A través de la mediación de la mente, el espíritu busca el dominio.

“En los superuniversos evolucionarios la energía-materia es dominante, excepto en la personalidad, donde el espíritu, a través de la mediación de la mente, lucha por el dominio. La meta de los universos evolucionarios es la subyugación de la energía-materia por parte de la mente, la coordinación de la mente con el espíritu y todo ello en virtud de la presencia creadora y unificadora de la personalidad. Así pues, en relación con la personalidad los sistemas físicos se vuelven subordinados; los sistemas mentales, coordinados; y los sistemas espirituales, directivos.” (1275.1) 116:6.1

2. El predominio del espíritu, asociación del Creador y la criatura.

“Esta unión de poder y personalidad se expresa en los niveles de Deidad, en el Supremo y como él. Pero la evolución real para la dominación del espíritu es un crecimiento que se basa en las acciones de libre albedrío de los Creadores y de las criaturas del gran universo.” (1275.2) 116:6.2

3. El predominio del espíritu en las mentes sobrevivientes.

“En la experiencia interior del hombre, la mente está vinculada a la materia. Estas mentes vinculadas a lo material no pueden sobrevivir al fallecimiento mortal. La técnica de la supervivencia está contenida en esos ajustes de la voluntad humana y en esas transformaciones de la mente mortal por los cuales ese intelecto con conciencia de Dios paulatinamente llega a estar enseñada por el espíritu y finalmente guiada por el mismo. Esta evolución de la mente humana, a partir de la asociación con la mate-ria a la unión con el espíritu, resulta en la transmutación de las fases potencialmente espirituales de la mente mortal en las realidades morontiales del alma inmortal. La mente mortal servil a la materia está destinada a hacerse cada vez más material y consecuentemente a sufrir una extinción final de la personalidad; la mente entregada al espíritu está destinada a hacerse cada vez más espiritual y finalmente a lograr la unidad con el espíritu divino, sobreviviente y conductor, alcanzando así la supervivencia y la eternidad de existencia de la personalidad.” (26.1) 1:3.7

LA MENTE Y EL ESPÍRITU EN LA BIBLIA

I. MENTE

1. Elegir entre lo correcto y lo incorrecto.

“El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.” Rom. 8:6.

2. La mente consagrada.

“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Mat. 22:37.

“Yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios.” Rom. 7:25.

3. Motivación.

“Porque si primero está la voluntad dispuesta, será aceptado según lo que uno tiene, no según lo que no tiene. 2 Cor 8:12

4. Autocontrol.

“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios.” 1 Pedro 1:13.

“Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes.” Tito 2:6.

“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera.” Isa. 26:3.

5. Renovación de la mente.

Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente.” Rom. 12:2.

6. La futilidad de la ansiedad.

“No os preocupéis por lo que habéis de comer ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.” Lucas 12:29.

“Pero cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis.” Mat. 10:19.

7. La mente deshonesta.

“No piense...que recibirá cosa alguna del Señor, ya que es persona de doble ánimo e inconstante en todos sus caminos.” Santiago 1:8.

8. Los espíritus ayudantes de la mente. Vean Isa. 11:2.

1. Intuición.

2. Comprensión.

3. Valentía.

4. Conocimiento.

5. Asesoramiento.

6. Adoración.

7. Sabiduría.

a. Espíritu de comprensión.
“Y mi inteligencia me inspira la respuesta.” Job 20:3.

b. Espíritu de sabiduría.

“Pero no podían resistir la sabiduría y el Espíritu con que hablaba.” Hechos 6:10.

“Josué ...estaba lleno del espíritu de sabiduría.” Deut. 34:9.

La mente es una dotación.

“Y tú hablarás con todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría.” Éx. 28:3.

9. La mente humana-divina.

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.” Fil. 2:5.

II. CORAZÓN

Corazón, alma y espíritu se usan a menudo en la Biblia como sinónimos. La palabra "corazón" comprende las emociones y sentimientos humanos.

1. Servir a Dios con todo el corazón.

“Ahora... ¿qué pide de ti Jehová, tu Dios, sino que temas a Jehová, tu Dios, que andes en todos sus caminos, que ames y sirvas a Jehová, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma?” Deut. 10:12.

2. Dios juzga los corazones.

“Jehová no mira lo que mira el hombre...Jehová mira el corazón.” 1 Sam. 16:7.

3. Cómo encontrar a Dios.

“Pero si desde allí buscas a Jehová, tu Dios, lo hallarás, si lo buscas de todo tu corazón y de toda tu alma.” Deut. 4:29.

4. Los puros de corazón.

Bienaventurados los de limpio corazón, porque verán a Dios.” Mat. 5:8.

“¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí!.” Salmos 51:10.

5. Deberíamos disciplinar el corazón.

“Vio Jehová que...todo designio de los pensamientos de su corazón solo era de continuo el mal.” Gén. 6:5.

“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso.” Jer. 17:9.

“La congoja abate el corazón del hombre.” Prov. 12:25.

6. Corazones rotos.

“Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.” Salmos 147:3.

“La esperanza que se demora es tormento del corazón.” Prov. 13:12.

7. Corazones alegres.

“Cantando y alabando al Señor en vuestros corazones.” Efe. 5:19.

“El corazón alegre embellece el rostro.” Prov. 15:13.

8. La importancia de las emociones.

“Les daré un corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y ellos serán mi pueblo.” Jer. 24:7.

“Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” Lucas 12:34.

“Porque de la abundancia del corazón habla la boca.” Mat. 12:34.

9. Respecto a los corazones duros.

a. Dios endurece el corazón del faraón.
“Yo endureceré el corazón del faraón...El faraón no os oirá.” Éx. 7:3. 4.

b. El faraón endurece su propio corazón.

“El corazón del faraón está endurecido, y no quiere dejar ir al pueblo.” Éx. 7:14.

III. CONCIENCIA

Conciencia se usa 30 veces en el Nuevo Testamento, y parece significar "conocimiento conjunto".

1. Buena conciencia.

“Entonces Pablo...dijo: Hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy.” Acts 23:1.

“Que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.” l. Tim. 3:9.

2. Mala conciencia.

“Acerquémonos, pues, con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia.” Heb. 10:22.

3. Los abusos a la conciencia.

“Comen como si el alimento fuera sacrificado a ídolos, y su conciencia, que es débil, se contamina.” l Cor. 8:7.

“Por desechar la conciencia, algunos naufragaron en cuanto a la fe.” l. Tim. 1:19.

“Para los corrompidos e incrédulos nada es puro, pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.” Tito 1:15.

“De hipócritas y mentirosos, cuya conciencia está cauterizada.” l Tim. 4:2.

4. La conciencia como guía.

“No busquéis vuestro propio provecho, sino el de los demás.” Fil. 2:4.

“Manifestando la verdad, nos recomendamos, delante de Dios, a toda conciencia humana.” 2 Cor. 4:2.

“Si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás.” l Cor. 8:13.

IV. ESPÍRITU

1. El Espíritu de la Deidad.

“Dios es Espíritu.” John 4:24.

“Y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” Gén. 1:2.

2. Los ángeles—espíritus ministrantes.

“¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” Heb. 1:14.

3. Los Espíritus de las iglesias.

“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” Apo. 2:7.

4. El espíritu divino otorgado al hombre.

“Después de esto derramaré mi espíritu sobre todo ser humano.” Joel 2:28.

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura.” l Cor. 2:14.

5. El espíritu de la vida y la libertad.

“Pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” Gál. 6:8.

“Pero el Espíritu da vida.” 2 Cor. 3:6.

“La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.” Rom. 8:2.

“En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu.” Rom. 12:11.

“Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.” 2 Cor. 3:17.

“El espíritu es el que da vida.” Juan 6:63.

“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová.” Zac. 4:6.

6. La relación del espíritu y la mente.

“Renovaos en el espíritu de vuestra mente.” Efe. 4:23.

“Andad en el Espíritu.” Gál. 5:16.

“No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios,.” l Juan 4:1.

“En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.” l Juan 4:6.

“Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento.” l Cor. 14:15.

7. El espíritu de la filiación.

“Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.” Rom. 8:14.

“Habéis recibido el Espíritu de adopción.” Rom. 8:15.

“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” Rom. 8:16.

8. El nacimiento espiritual.

“Lo que nace del Espíritu, espíritu es.” Juan 3:6.

“Respondió Jesús: 'De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.'” Juan 3:5.

9. El Espíritu de la verdad.

“Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad.” Juan 16:13.

10. El espíritu del hombre—el temperamento.

a. Los pobres de espíritu.
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.” Mat. 5:3.

b. El espíritu y la carne.

“El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” Mat. 26:41.

c. El control emocional.

“¡Renueva un espíritu recto dentro de mí!” Salmos 51:10.

“Mejor es el que domina su espíritu que el conquistador de una ciudad.” Prov. 16:32.

d. La valentía y la confianza.

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Tim. 1:7.

e. El orgullo.

“Antes del quebranto está la soberbia, y antes de la caída, la altivez de espíritu.” Prov. 16:18.

f. La depresión del espíritu.

“El espíritu triste seca los huesos.” Prov. 17:22.

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores.” Isa. 53:4.

11. La doctrina del Viejo Testamento sobre los espíritus malignos.

“El espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte de Jehová lo atormentaba.” 1. Sam. 16:14.

(Nota: Saúl tenía psicosis maníaco-depresiva)

“Y ahora Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de estos tus profetas.” 2 Crón. 18:22.

12. La perfección del espíritu humano.

“A los espíritus de los justos hechos perfectos.” Heb. 12:23.

“El Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.” l Cor. 2:10.

“Dios os ha escogido ... para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.” 2 Tes. 2:13.

13. El espíritu residente regresa a Dios.

“Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre.” Prov. 20:27.

“Y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.” Ecle. 12:7.

14. Espíritus malvados.

“Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio impuro.” Lucas 4:33.

“No tenemos lucha contra sangre y carne, sino ...contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Efe. 6:12.

“Conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.” Efe. 2:2.

15. Espíritus encarcelados.

“Asimismo, Cristo padeció una sola vez por los pecados...siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; y en espíritu fue y predicó a los espíritus encarcelados.” 1 Pedro 3:18, 19.

16. El espíritu de Jesús.

“Y Jesús, después que fue bautizado...en ese momento los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre él.” Mat. 3:16.

“Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: ‘¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!” Lucas 23:46.

INFORMACIÓN SOBRE LA FUNDACIÓN

Versión para imprimirVersión para imprimir

Urantia Foundation, 533 W. Diversey Parkway, Chicago, IL 60614, USA
Teléfono: (fuera de EUA y Canada) +1-773-525-3319
© Urantia Foundation. Reservados todos los derechos