Documento 19 - Los seres de igual rango con origen en la Trinidad

   
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El libro de Urantia

Documento 19

Los seres de igual rango con origen en la Trinidad

19:0.1 (214.1) ESTE grupo paradisiaco denominado los seres de igual rango con origen en la Trinidad abarca a los Maestros Hijos de la Trinidad —clasificados también entre los Hijos de Dios del Paraíso—, a tres grupos de altos administradores de los superuniversos y a la categoría algo impersonal de los Espíritus Inspirados de la Trinidad. Incluso los nativos de Havona pueden incluirse propiamente en esta clasificación de personalidades de la Trinidad junto con muchos otros grupos de seres residentes en el Paraíso. Los seres con origen en la Trinidad que se van a considerar en esta exposición son los siguientes:

19:0.2 (214.2) 1. Maestros Hijos de la Trinidad.

19:0.3 (214.3) 2. Perfeccionadores de la Sabiduría.

19:0.4 (214.4) 3. Consejeros Divinos.

19:0.5 (214.5) 4. Censores Universales.

19:0.6 (214.6) 5. Espíritus Inspirados de la Trinidad.

19:0.7 (214.7) 6. Nativos de Havona.

19:0.8 (214.8) 7. Ciudadanos del Paraíso.

19:0.9 (214.9) Salvo en el caso de los Maestros Hijos de la Trinidad y posiblemente de los Espíritus Inspirados de la Trinidad, el número de integrantes de estos grupos es definitivo. Su creación es un acontecimiento pasado y concluido.

1. Los Maestros Hijos de la Trinidad

19:1.1 (214.10) De todos los altos órdenes de personalidades celestiales que os han sido revelados, solo los Maestros Hijos de la Trinidad actúan en una doble capacidad. Por su origen de naturaleza trinitaria están casi enteramente dedicados en función a los servicios propios de la condición de hijo divino. Son los seres de enlace que salvan el abismo existente en el universo entre las personalidades con origen en la Trinidad y las de origen dual.

19:1.2 (214.11) Mientras que el número de Hijos Estacionarios de la Trinidad está completo, el de Maestros Hijos aumenta constantemente. No sé cuál será el número final de Maestros Hijos. Lo que sí puedo afirmar es que en el último informe periódico a Uversa figuraban en los archivos paradisiacos 21 001 624 821 de estos Hijos en servicio.

19:1.3 (214.12) Estos seres son el único grupo de Hijos de Dios con origen en la Trinidad del Paraíso que os ha sido revelado. Recorren el universo central y los superuniversos, y cada universo local tiene asignado un enorme contingente. Sirven también a los planetas individuales igual que los otros Hijos de Dios del Paraíso. Al no estar plenamente desarrollado el plan del gran universo, se mantienen en reserva en el Paraíso grandes cantidades de Maestros Hijos que se ofrecen voluntarios para labores de emergencia o servicios extraordinarios en todas las divisiones del gran universo, en los mundos solitarios del espacio, en los universos locales y los superuniversos, y en los mundos de Havona. Actúan también en el Paraíso, pero será más útil posponer su estudio detallado hasta que abordemos el de los Hijos de Dios del Paraíso.

19:1.4 (215.1) Sin embargo, cabe destacar a este respecto que los Maestros Hijos son las personalidades coordinadoras supremas con origen en la Trinidad. En un universo de universos tan extenso existe siempre el gran peligro de caer en el error del punto de vista circunscrito, en el mal inherente a una concepción segmentada tanto de la realidad como de la divinidad.

19:1.5 (215.2) Por ejemplo: la mente humana anhelaría normalmente acercarse a la filosofía cósmica descrita en estas revelaciones yendo de lo simple y finito a lo complejo e infinito, de los orígenes humanos a los destinos divinos. Pero ese camino no conduce a la sabiduría espiritual. Dicho procedimiento es el camino más fácil hacia cierta forma de conocimiento genético, que en el mejor de los casos solo puede revelar el origen del hombre pero que poco o nada revela sobre su destino divino.

19:1.6 (215.3) Incluso en el estudio de la evolución biológica del hombre en Urantia, hay serias objeciones al planteamiento exclusivamente histórico de su condición a día de hoy y de sus problemas presentes. La verdadera perspectiva de cualquier problema de la realidad —humano o divino, terrestre o cósmico— solo se puede obtener mediante el estudio y la correlación, en profundidad y sin prejuicios, de los tres aspectos de la realidad del universo: su origen, su historia y su destino. La comprensión correcta de estas tres realidades experienciales proporciona la base para valorar sabiamente la condición presente.

19:1.7 (215.4) Cuando la mente humana adopta el método filosófico de partir de lo más bajo para aproximarse a lo más alto, ya sea en biología o en teología, corre siempre el riesgo de cometer cuatro errores de razonamiento:

19:1.8 (215.5) 1. Puede perder totalmente de vista la meta evolutiva final y terminada tanto del logro personal como del destino cósmico.

19:1.9 (215.6) 2. Puede cometer el error filosófico supremo de simplificar en exceso la realidad cósmica evolutiva (experiencial), lo que lleva a distorsionar los hechos, tergiversar la verdad y malentender los destinos.

19:1.10 (215.7) 3. Estudiar la causalidad es examinar detenidamente la historia. Pero el conocimiento de cómo un ser se convierte en lo que es no proporciona necesariamente una comprensión inteligente de la condición presente y el verdadero carácter de dicho ser.

19:1.11 (215.8) 4. La historia por sí sola no consigue revelar adecuadamente el desarrollo futuro: el destino. Los orígenes finitos son útiles, pero solo las causas divinas revelan los efectos finales. Los fines eternos no se hacen visibles en los comienzos del tiempo. El presente solo se puede interpretar verdaderamente a la luz de la correlación del pasado y el futuro.

19:1.12 (215.9) En consecuencia, por estos motivos e incluso por otras razones, empleamos el método de acercarnos al hombre y sus problemas planetarios embarcándonos en un viaje en el espacio-tiempo que parte de la infinita, eterna y divina Fuente y Centro del Paraíso de toda realidad de personalidad y de toda existencia cósmica.

2. Los Perfeccionadores de la Sabiduría

19:2.1 (215.10) Los Perfeccionadores de la Sabiduría son una creación especializada de la Trinidad del Paraíso diseñada para personificar la sabiduría de la divinidad en los superuniversos. Hay exactamente siete mil millones de estos seres en existencia, y se asignan mil millones a cada uno de los siete superuniversos.

19:2.2 (215.11) Del mismo modo que sus iguales, los Consejeros Divinos y los Censores Universales, los Perfeccionadores de la Sabiduría pasaron por la sabiduría del Paraíso, de Havona y de las esferas paradisiacas del Padre excepto Divinington. Tras estas experiencias los Perfeccionadores de la Sabiduría fueron asignados al servicio de los Ancianos de los Días de forma permanente. No sirven ni en el Paraíso ni en los mundos de los circuitos del Paraíso-Havona; están dedicados por completo a la administración de los gobiernos de los superuniversos.

19:2.3 (216.1) En todo lugar y momento en que actúa un Perfeccionador de la Sabiduría, ahí y entonces actúa la sabiduría divina. Hay actualidad de presencia y perfección de manifestación en los conocimientos y la sabiduría representados en las acciones de estas poderosas y majestuosas personalidades. Ellas no reflejan la sabiduría de la Trinidad del Paraíso; son esa sabiduría. Son las fuentes de la sabiduría para todos los maestros en la aplicación del conocimiento del universo; son las fuentes de criterio y los manantiales de percepción de la diferencia para las instituciones de enseñanza y de discernimiento en todos los universos.

19:2.4 (216.2) La sabiduría es de origen doble, pues proviene de la perfección de la visión divina inherente a los seres perfectos y de la experiencia personal adquirida por las criaturas evolutivas. Los Perfeccionadores de la Sabiduría son la sabiduría divina de la perfección paradisiaca de la visión de la Deidad. Sus compañeros administrativos de Uversa, los Mensajeros Poderosos, Los sin Nombre ni Número y Los Altos en Autoridad, cuando actúan juntos, son la sabiduría de la experiencia en el universo. Un ser divino puede tener la perfección del conocimiento divino. Un mortal evolutivo puede lograr algún día la perfección del conocimiento ascendente, pero ninguno de estos seres agota por sí solo los potenciales de toda la sabiduría posible. En consecuencia, cada vez que en la conducción de un superuniverso se desea conseguir el máximo de sabiduría administrativa, estos perfeccionadores de la sabiduría dotados de visión divina se asocian siempre con aquellas personalidades ascendentes que han alcanzado las altas responsabilidades de autoridad en el superuniverso a través de las tribulaciones experienciales de la progresión evolutiva.

19:2.5 (216.3) Los Perfeccionadores de la Sabiduría requerirán siempre este complemento de sabiduría experiencial para completar su sagacidad administrativa. Por otra parte, se ha postulado que los finalitarios del Paraíso podrían alcanzar un alto nivel de sabiduría no logrado hasta ahora después de ser investidos de la séptima etapa de existencia de espíritu en algún momento futuro. Si esta inferencia es correcta, estos seres perfeccionados de ascensión evolutiva se convertirían indudablemente en los administradores universales más eficaces que puedan conocerse nunca en toda la creación. Yo creo que ese es el alto destino de los finalitarios.

19:2.6 (216.4) La diversidad de talentos de los Perfeccionadores de la Sabiduría les permite participar en prácticamente todos los servicios celestiales de las criaturas ascendentes. Los Perfeccionadores de la Sabiduría y mi orden de personalidad, los Consejeros Divinos, junto con los Censores Universales, constituyen los órdenes más altos de seres que pueden realizar, y de hecho realizan, la labor de revelar la verdad a los planetas y a los sistemas individuales, ya sea en sus primeras épocas o cuando están asentados en luz y vida. De vez en cuando, todos nosotros nos ponemos en contacto con el servicio de los mortales ascendentes, desde los planetas de vida inicial hasta los universos locales y el superuniverso, particularmente en este último.

3. Los Consejeros Divinos

19:3.1 (216.5) Estos seres con origen en la Trinidad son el consejo de la Deidad para los dominios de los siete superuniversos. No son el reflejo del consejo divino de la Trinidad; son ese consejo. Hay veintiún mil millones de Consejeros en servicio, y se asignan tres mil millones a cada superuniverso.

19:3.2 (217.1) Los Consejeros Divinos son los compañeros e iguales de los Censores Universales y de los Perfeccionadores de la Sabiduría, a razón de uno a siete Consejeros asociados a cada una de estas últimas personalidades. Los tres órdenes participan en el gobierno de los Ancianos de los Días, incluyendo los sectores mayores y menores, en los universos locales y las constelaciones, y en los consejos de los soberanos de los sistemas locales.

19:3.3 (217.2) Actuamos a título individual, como hago yo al formular esta exposición, pero también lo hacemos como trío siempre que la ocasión lo requiere. Cuando actuamos con capacidad ejecutiva, se asocian siempre un Perfeccionador de la Sabiduría, un Censor Universal y de uno a siete Consejeros Divinos.

19:3.4 (217.3) Un Perfeccionador de la Sabiduría, siete Consejeros Divinos y un Censor Universal constituyen un tribunal de la divinidad de la Trinidad, el cuerpo consultivo itinerante más alto de los universos del tiempo y el espacio. Estos grupos de nueve son conocidos como tribunales o bien de determinación de los hechos o bien de revelación de la verdad y, cuando enjuician un problema y emiten una decisión, es como si un Anciano de los Días hubiera fallado el asunto, pues en todos los anales de los superuniversos sus veredictos no han sido revocados nunca por los Ancianos de los Días.

19:3.5 (217.4) Cuando actúan los tres Ancianos de los Días actúa la Trinidad del Paraíso. Cuando el tribunal de nueve llega a una decisión tras sus deliberaciones conjuntas, a todos los efectos prácticos han hablado los Ancianos de los Días. Y esta es la forma en que los Regidores del Paraíso se ponen en contacto personal, en los asuntos administrativos y en la reglamentación gubernamental, con los mundos, los sistemas y los universos individuales.

19:3.6 (217.5) Los Consejeros Divinos son la perfección del consejo divino de la Trinidad del Paraíso. Representamos, de hecho somos, el consejo de la perfección. Cuando nos complementa el consejo experiencial de nuestros colaboradores, los seres de ascenso evolutivo perfeccionados y abrazados por la Trinidad, nuestras conclusiones conjuntas no solo son completas sino plenas. Una vez que un Censor Universal se ha vinculado a nuestro consejo conjunto y lo ha enjuiciado, confirmado y promulgado, es muy probable que este se acerque al umbral de la totalidad universal. Tales veredictos representan la máxima aproximación posible a la actitud absoluta de la Deidad dentro de los límites en el espacio-tiempo de la situación implicada y del problema en cuestión.

19:3.7 (217.6) Siete Consejeros Divinos en enlace con un trío evolutivo trinizado —un Mensajero Poderoso, un Alto en Autoridad y un Sin Nombre ni Número— representan lo más cercano que puede darse en los superuniversos a la unión del punto de vista humano con la actitud divina a niveles casi paradisiacos de significados espirituales y valores de realidad. Esta estrecha aproximación de las actitudes cósmicas unidas de la criatura y el Creador solo es superada por los Hijos de otorgamiento del Paraíso, que, en todas las fases de la experiencia de la personalidad, son Dios y hombre.

4. Los Censores Universales

19:4.1 (217.7) Hay exactamente ocho mil millones de Censores Universales en existencia. Estos seres únicos son el juicio de la Deidad. No se limitan a reflejar las decisiones de la perfección; son el juicio de la Trinidad del Paraíso. Incluso los Ancianos de los Días solo enjuician en asociación con los Censores Universales.

19:4.2 (217.8) Un Censor es destinado a cada uno de los mil millones de mundos del universo central y adscrito a la administración planetaria del Eterno de los Días residente. Ni los Perfeccionadores de la Sabiduría ni los Consejeros Divinos son adscritos así permanentemente a las administraciones de Havona, y tampoco terminamos de entender por qué se emplazan en el universo central Censores Universales. Sus actividades presentes no justifican su asignación a Havona, y por eso sospechamos que están ahí en previsión de las necesidades de alguna edad futura del universo en la que podría cambiar parcialmente la población de Havona.

19:4.3 (218.1) Mil millones de Censores son asignados a cada uno de los siete superuniversos. Tanto a título individual como en colaboración con los Perfeccionadores de la Sabiduría y con los Consejeros Divinos, operan en todas las divisiones de los siete superuniversos. Y así, los Censores actúan en todos los niveles del gran universo, desde los mundos perfectos de Havona hasta los consejos de los Soberanos de los Sistemas, y forman parte orgánica de todos los fallos dispensacionales para los mundos evolutivos.

19:4.4 (218.2) Siempre y donde está presente un Censor Universal, ahí y entonces está el juicio de la Deidad. Y puesto que los Censores ofrecen siempre sus veredictos en enlace con los Perfeccionadores de la Sabiduría y con los Consejeros Divinos, sus decisiones contienen la sabiduría, el consejo y el juicio unidos de la Trinidad del Paraíso. En este trío jurídico el Perfeccionador de la Sabiduría sería el «yo era», el Consejero Divino el «yo seré», pero el Censor Universal es siempre el «yo soy».

19:4.5 (218.3) Los Censores son personalidades totalizadoras en el universo. Una vez que mil testigos —o un millón— han prestado declaración, una vez que ha hablado la voz de la sabiduría y se ha registrado el consejo de la divinidad, una vez que se ha aportado el testimonio de la perfección ascendente, entonces actúa el Censor y se revela inmediatamente una totalización divina e infalible de todo lo que ha ocurrido. Y esta revelación representa la conclusión divina, lo esencial de una decisión final y perfecta. En consecuencia, cuando un Censor ha hablado nadie más puede hablar, pues el Censor ha descrito el total verdadero e inconfundible de todos los hechos anteriores. Cuando habla no hay apelación posible.

19:4.6 (218.4) Entiendo muy a fondo el funcionamiento de la mente de un Perfeccionador de la Sabiduría, pero no acabo de comprender cómo trabaja la mente enjuiciadora de un Censor Universal. Tengo la impresión de que los Censores formulan nuevos significados y dan origen a nuevos valores a partir de la asociación de los hechos, las verdades y las conclusiones que se les presentan en el transcurso de una investigación de los asuntos del universo. Parece probable que los Censores Universales sean capaces de extraer interpretaciones originales de la combinación de la visión perfecta del Creador y la experiencia perfeccionada de la criatura. De esta asociación de perfección paradisiaca y experiencia en el universo resulta indudablemente un nuevo valor en los niveles últimos.

19:4.7 (218.5) Pero no terminan aquí nuestras dificultades en cuanto al funcionamiento de la mente de los Censores Universales. Tras considerar debidamente todo lo que sabemos o conjeturamos sobre la actuación de los Censores en cualquier situación dada del universo, nos seguimos encontrando incapaces de predecir sus decisiones o de prever sus veredictos. Podemos determinar con gran exactitud el resultado probable de la asociación de la actitud del Creador con la experiencia de la criatura, pero esas conclusiones no son siempre previsiones exactas de las revelaciones del Censor. Parece probable que los Censores estén de alguna manera en enlace con el Absoluto de Deidad; de no ser así, somos incapaces de explicar muchas de sus decisiones y resoluciones.

19:4.8 (218.6) Los Perfeccionadores de la Sabiduría, los Consejeros Divinos y los Censores Universales, junto con los siete órdenes de Personalidades Supremas de la Trinidad constituyen los diez grupos denominados a veces Hijos Estacionarios de la Trinidad. Juntos componen el gran cuerpo de administradores, regidores, ejecutivos, asesores, consejeros y jueces de la Trinidad. Su número supera ligeramente los treinta y siete mil millones. Dos mil setenta millones están emplazados en el universo central y algo más de cinco mil millones en cada superuniverso.

19:4.9 (219.1) Es muy difícil describir los límites funcionales de los Hijos Estacionarios de la Trinidad. Sería inexacto afirmar que sus actos se limitan a lo finito, pues hay operaciones registradas en los superuniversos que indican lo contrario. Actúan en cualquier nivel de administración o de enjuiciamiento del universo en el que las condiciones del espacio-tiempo lo requieran y que tenga que ver con la evolución pasada, presente y futura del universo maestro.

5. Los Espíritus Inspirados de la Trinidad

19:5.1 (219.2) Voy a poder deciros muy poco con respecto a los Espíritus Inspirados de la Trinidad porque es uno de los pocos órdenes totalmente secretos de seres existentes. Y es secreto, sin duda, porque les resulta imposible revelarse plenamente incluso a aquellos de nosotros cuyo origen está tan cerca de la fuente que los creó. Llegan a la existencia mediante un acto de la Trinidad del Paraíso y pueden ser utilizados por una o dos de las Deidades, o por las tres. No sabemos si el número de estos Espíritus está completo o si aumenta constantemente, aunque nos inclinamos a creer que su número no se ha fijado.

19:5.2 (219.3) No entendemos plenamente ni la naturaleza ni la conducta de los Espíritus Inspirados. Podrían pertenecer a la categoría de los espíritus superpersonales. Parecen operar en todos los circuitos conocidos y actuar de forma casi independiente del tiempo y el espacio. Poco más sabemos sobre ellos, salvo que deducimos su carácter de la naturaleza de sus actividades, cuyos resultados observamos con certeza aquí y allá en los universos.

19:5.3 (219.4) Bajo ciertas condiciones estos Espíritus Inspirados pueden individualizarse lo suficiente como para ser reconocidos por seres con origen en la Trinidad. Yo los he visto, pero los órdenes más bajos de seres celestiales nunca podrían reconocer a ninguno de ellos. Por otra parte, en la conducción de los universos en vías de evolución se dan a veces determinadas circunstancias en las que cualquier ser con origen en la Trinidad puede emplear directamente a estos Espíritus para respaldar sus misiones. Sabemos por lo tanto que existen y que bajo ciertas condiciones podemos pedir y recibir su ayuda, incluso a veces reconocer su presencia. Pero no forman parte de la organización revelada de modo explícito y manifiesto como encargada de la conducción de los universos del espacio-tiempo antes de que dichas creaciones materiales se asienten en luz y vida. No tienen un lugar claramente reconocible ni en la organización ni en la administración presentes de los siete superuniversos en evolución. Son un secreto de la Trinidad del Paraíso.

19:5.4 (219.5) Los Melquisedec de Nebadon enseñan que los Espíritus Inspirados de la Trinidad están destinados, en algún momento del futuro eterno, a asumir las funciones de los Mensajeros Solitarios, cuyas filas están mermando de forma lenta pero segura a medida que son asignados como compañeros a ciertos tipos de hijos trinizados.

19:5.5 (219.6) Los Espíritus Inspirados son los espíritus solitarios del universo de universos. Como espíritus son muy semejantes a los Mensajeros Solitarios, excepto que estos últimos son personalidades bien diferenciadas. Obtenemos gran parte de nuestros conocimientos sobre los Espíritus Inspirados de los Mensajeros Solitarios, quienes detectan su cercanía en virtud de su sensibilidad inherente a la presencia de los Espíritus Inspirados, que funciona tan infaliblemente como una aguja imantada apunta a un polo magnético. Cuando un Mensajero Solitario está cerca de un Espíritu Inspirado de la Trinidad, es consciente de una indicación cualitativa de esa presencia divina y también de un registro cuantitativo muy preciso que le permite conocer la clasificación o el número de la presencia o presencias de estos Espíritus.

19:5.6 (220.1) Puedo añadir otro hecho interesante: cuando un Mensajero Solitario está en un planeta cuyos habitantes tienen en su interior Ajustadores del Pensamiento, como en Urantia, es consciente de una excitación cualitativa en su sensibilidad detectora de presencias de espíritu. En tales casos no hay excitación cuantitativa, solo una agitación cualitativa. Cuando está en un planeta al que no llegan Ajustadores, el contacto con los nativos no produce ninguna de estas reacciones. Esto sugiere que los Ajustadores del Pensamiento están relacionados o conectados de alguna manera con los Espíritus Inspirados de la Trinidad del Paraíso. Es posible que estén asociados de alguna forma en ciertos aspectos de su trabajo, aunque no lo sabemos realmente. Ambos se originan cerca del centro y fuente de todas las cosas, pero no son del mismo orden de seres. Los Ajustadores del Pensamiento surgen solo del Padre; los Espíritus Inspirados son progenie de la Trinidad del Paraíso.

19:5.7 (220.2) Los Espíritus Inspirados no pertenecen aparentemente al plan evolutivo de los planetas o universos individuales, y sin embargo parecen estar en casi todas partes. Ahora mismo, mientras estoy ocupado en formular esta exposición, la sensibilidad personal a la presencia de ese orden de Espíritus del Mensajero Solitario que me acompaña indica que está con nosotros en este instante, a no más de ocho metros, un espíritu del orden de los Inspirados y del tercer volumen de presencia de poder. El tercer volumen de presencia de poder nos sugiere la probabilidad de que tres Espíritus Inspirados estén actuando en enlace.

19:5.8 (220.3) De los más de doce órdenes de seres que me acompañan en este momento, el Mensajero Solitario es el único consciente de la presencia de esas misteriosas entidades de la Trinidad. Y además, aunque estamos informados así de la cercanía de esos Espíritus divinos, todos desconocemos por igual su misión. No sabemos realmente si son meros observadores interesados en nuestra actividad o si, de alguna manera desconocida para nosotros, contribuyen de hecho al éxito de nuestra empresa.

19:5.9 (220.4) Sabemos que los Maestros Hijos de la Trinidad están dedicados a la ilustración consciente de las criaturas del universo. Yo he llegado a la firme conclusión de que los Espíritus Inspirados de la Trinidad actúan también como maestros de los mundos mediante técnicas superconscientes. Estoy persuadido de que hay un vasto cuerpo de conocimiento espiritual esencial, una verdad indispensable para el alto logro espiritual, que no se puede recibir conscientemente; la autoconsciencia pondría en peligro efectivo la certeza de su recepción. Si este concepto es correcto, y todo mi orden de seres lo comparte, la misión de esos Espíritus Inspirados podría consistir en superar esta dificultad, en salvar esta brecha en el plan universal de ilustración moral y avance espiritual. Pensamos que estos dos tipos de maestros con origen en la Trinidad enlazan de alguna manera sus actividades, pero no lo sabemos realmente.

19:5.10 (220.5) En los mundos de formación de los superuniversos y en los circuitos eternos de Havona, he fraternizado con los mortales en perfeccionamiento —almas espiritualizadas ascendentes de los dominios evolutivos— pero ellos nunca han sido conscientes de los Espíritus Inspirados cuando alguna vez los poderes de detección de los Mensajeros Solitarios indicaban que estaban muy cerca de nosotros. He hablado sin reservas con todos los órdenes de los Hijos de Dios, altos y bajos, y ninguno de ellos es conscientes de las admoniciones de los Espíritus Inspirados de la Trinidad. Pueden examinar y examinan sus experiencias pasadas, y cuentan sucesos que son difíciles de explicar si no se tiene en cuenta la acción de estos espíritus. Pero a excepción de los Mensajeros Solitarios, y a veces de los seres con origen en la Trinidad, ningún miembro de la familia celestial ha sido nunca consciente de la cercanía de los Espíritus Inspirados.

19:5.11 (221.1) No creo que los Espíritus Inspirados de la Trinidad estén jugando al escondite conmigo. Es probable que estén intentando desvelarse ante mí tanto como yo comunicarme con ellos; nuestras dificultades y limitaciones deben ser mutuas e inherentes. Estoy convencido de que no hay secretos arbitrarios en el universo; por lo tanto, no cejaré nunca en mis esfuerzos por resolver el misterio del aislamiento de estos espíritus que pertenecen a mi orden de creación.

19:5.12 (221.2) Y a partir de todo esto, vosotros los mortales, que dais ahora vuestros primeros pasos en el viaje eterno, podéis ver bien que deberéis recorrer un largo camino antes de progresar mediante garantías «visuales» y «materiales». Durante mucho tiempo, tendréis que practicar la fe y depender de la revelación si esperáis progresar con rapidez y seguridad.

6. Los nativos de Havona

19:6.1 (221.3) Los nativos de Havona son creación directa de la Trinidad del Paraíso y su número escapa a la comprensión de vuestras mentes circunscritas. Tampoco son capaces los urantianos de concebir las dotes inherentes de criaturas tan divinamente perfectas como estas razas del universo eterno con origen en la Trinidad. Nunca podréis imaginar verdaderamente a estas gloriosas criaturas; tendréis que esperar a llegar a Havona, donde podréis saludarlas como a camaradas en el espíritu.

19:6.2 (221.4) Durante vuestra larga estancia en los mil millones de mundos de cultura de Havona, desarrollaréis una amistad eterna con estos seres magníficos. ¡Y cuán profunda es la amistad que crece entre la criatura personal más baja de los mundos del espacio y estos altos seres personales nativos de las esferas perfectas del universo central! Los mortales ascendentes, en su larga y amorosa asociación con los nativos de Havona, hacen muchas cosas para compensar el empobrecimiento espiritual de las primeras etapas de su progresión como mortales. Al mismo tiempo, a través de sus contactos con los peregrinos ascendentes, los havonitas obtienen una experiencia que les hace superar en no pequeña medida la desventaja experiencial de haber vivido siempre una vida de perfección divina. El beneficio tanto para los mortales ascendentes como para los nativos de Havona es grande y mutuo.

19:6.3 (221.5) Los nativos de Havona, como todas las demás personalidades con origen en la Trinidad, son proyectados en perfección divina y, como sucede con otras personalidades con origen en la Trinidad, el paso del tiempo puede aumentar sus reservas de dotes experienciales. Pero a diferencia de los Hijos Estacionarios de la Trinidad, los havonitas pueden evolucionar en estatus, pueden tener un destino futuro no revelado en la eternidad. Esto queda ilustrado por aquellos havonitas que factualizan por medio del servicio la capacidad de fusión con un fragmento no Ajustador del Padre y se cualifican así para ser miembros del Cuerpo de los Mortales de la Finalización. Y hay otros cuerpos de finalitarios abiertos a estos nativos del universo central.

19:6.4 (221.6) La evolución del estatus de los nativos de Havona ha dado lugar a muchas especulaciones en Uversa. Dado que por una parte se están incorporando lenta pero constantemente a los diversos Cuerpos de la Finalización del Paraíso y que por otra no se crean más, es evidente que va disminuyendo el número de nativos que queda en Havona. Las consecuencias últimas de estas operaciones no se nos han revelado, pero no creemos que Havona llegue nunca a vaciarse completamente de nativos. Hemos considerado la teoría de que los havonitas podrían dejar alguna vez de incorporarse a los cuerpos de finalitarios durante las edades de las creaciones sucesivas de los niveles del espacio exterior. También hemos considerado la posibilidad de que en esas edades posteriores del universo, el universo central esté poblado por un grupo mixto de seres residentes, una ciudadanía compuesta solo en parte por los nativos originales de Havona. No sabemos qué orden o tipo de criatura podría estar destinado así a tener estatus residencial en el Havona del futuro, pero hemos pensado en:

19:6.5 (222.1) 1. Los univitatia, que ahora son los ciudadanos permanentes de las constelaciones de los universos locales.

19:6.6 (222.2) 2. Futuros tipos de mortales que pudieran nacer en las esferas habitadas de los superuniversos durante el florecimiento de las edades de luz y vida.

19:6.7 (222.3) 3. La aristocracia espiritual de los que llegan desde los sucesivos universos exteriores.

19:6.8 (222.4) Sabemos que el Havona de la edad universal anterior era algo diferente al Havona de la edad presente. Nos parece bastante razonable asumir que estamos presenciando ahora los lentos cambios del universo central que anticipan las edades por venir. Una cosa es segura: el universo no es estático; solo Dios es inmutable.

7. Los ciudadanos del Paraíso

19:7.1 (222.5) Residen en el Paraíso numerosos grupos de seres magníficos, los Ciudadanos del Paraíso. No se ocupan directamente del plan de perfeccionar a las criaturas ascendentes con voluntad y, por lo tanto, no se revelan plenamente a los mortales de Urantia. Hay más de tres mil órdenes de estas inteligencias elevadas, cuyo último grupo fue personalizado simultáneamente al mandato de la Trinidad que promulgaba el plan creativo de los siete superuniversos del tiempo y el espacio.

19:7.2 (222.6) Se designa a veces colectivamente a los Ciudadanos del Paraíso y a los nativos de Havona como personalidades del Paraíso-Havona.

19:7.3 (222.7) Con esto queda completa la relación de los seres traídos a la existencia por la Trinidad del Paraíso. Ninguno de ellos se ha descarriado jamás, y sin embargo todos están dotados de libre albedrío en el sentido más elevado.

19:7.4 (222.8) Los seres con origen en la Trinidad poseen prerrogativas de tránsito que los hacen independientes de personalidades de transporte tales como las serafines. Todos nosotros poseemos el poder de trasladarnos libre y rápidamente por el universo de universos. A excepción de los Espíritus Inspirados de la Trinidad, no podemos alcanzar la velocidad casi increíble de los Mensajeros Solitarios, pero somos capaces de utilizar el total de los medios de transporte del espacio de forma que podemos llegar a cualquier punto de un superuniverso desde su sede central en menos de un año del tiempo de Urantia. Yo tardé 109 días de vuestro tiempo en viajar de Uversa a Urantia.

19:7.5 (222.9) Estamos capacitados para intercomunicarnos instantáneamente por estas mismas vías. Todo nuestro orden de creación se encuentra en contacto con todos los individuos abarcados en cada una de las categorías de los hijos de la Trinidad del Paraíso, con la única excepción de los Espíritus Inspirados.

19:7.6 (222.10) [Presentado por un Consejero Divino de Uversa.]

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