Alcanzar la perfección

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Sandra Burga-Cisneros Pizarro

Por Sandra Burga-Cisneros Pizarro, Fideicomisario Asociado, Zúrich, Suiza

Cuando pienso en la perfección y en el mandato: "Sed perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto", pienso acerca del amor, el amor puro y divino que nuestro Padre nos da, el amor en su forma más altruista y desinteresada, el amor como el camino que cada ser humano puede elegir para ser perfecto como nuestro Padre lo es.

He aprendido que todo ser humano tiene "una vida por ser vivida." Todos experimentamos esta especie de laberinto que es la vida y tratamos de alcanzar la felicidad a través de nuestras acciones, en el trabajo, con nuestra familia y amigos, así como con los demás. Pero, cuando pienso en los momentos de vida que me han llenado verdaderamente, cuando he sentido una verdadera conexión con nuestro Padre, se ha tratado de los momentos es los que he sido motivada por el amor y activada por el ministerio altruista.

Por supuesto que ello no es fácil, y me pregunto, "¿qué podría hacer para sentir esa conexión más frecuentemente? Y entonces recuerdo que:

Si el hombre mortal está sincera y espiritualmente motivado, así como consagrado sin reservas a hacer la voluntad del Padre, entonces, ya que está tan certera y efectivamente dotado por el Ajustador residente y divino que mora en él, en la experiencia de ese individuo, no puede dejar de materializarse la conciencia sublime de conocer a Dios y la excelsa certidumbre de sobrevivir con el propósito de encontrar a Dios, mediante la experiencia progresiva de llegar a ser más cada vez más semejante a Él. (63.4) 5.1.6

Constantemente tengo que decirme a mí misma: "¡Sé consciente de Su chispa divina dentro de ti!" Pues sólo estando en conexión diaria con mi Ajustador del Pensamiento, con mi ayudante celestial, permito que Él sea mi maestro y guía. Si vagabundeo fuera del camino o me distraigo, siempre llega el momento en el que tengo que enfrentar la realidad de cuál es el verdadero propósito de la vida. A todos nos llega el momento porque, una vez que hemos saboreado un camino de vida semejante, no podremos olvidarlo, ni vivir en paz, hasta regresar a dicho camino.

Durante su vida en la carne, Jesús nos mostró esta vía. Él nos enseñó la ruta y Él nos sostiene, apoyándonos hasta el momento en que decidamos recorrer el camino con él. Sin embargo, es nuestra decisión hacerlo, la elección es nuestra. Nuestro propósito en la vida es ser como nuestro Padre y amarnos unos a otros como Él nos ama . "Jesús reveló un Dios de amor y el amor abarca la totalidad, de la verdad, la belleza y la bondad." (67.5) 5:4.7 

Todos los días tenemos que lidiar con lo mundano, y a veces es difícil tener una actitud pro-logro de la perfección cuando estamos rodeados de hermanos y hermanas que se quejan y tienen pensamiento negativo. Pero cada uno de nosotros ha sido bendecido con un fragmento del Padre que mora en nosotros, lo que significa que tenemos el modelo de la perfección interior dentro de cada uno. Y aquellos que tienen el privilegio de ser conscientes de esta verdad, tienen también la responsabilidad de mostrar el camino a aquellos que no tienen la misma disposición.

El hombre está espiritualmente habitado por un Ajustador del Pensamiento sobreviviente. Si la mente humana está sincera y espiritualmente motivada, si tal alma humana desea conocer a Dios y ser como Él, si honestamente desea hacer la voluntad del Padre, no existe influencia negativa alguna de carencia mortal ni fuerza positiva susceptible de interferencia que puede evitar la ascensión certera de dicha alma divinamente motivada hasta las puertas del Paraíso. (63.5) 5:1.7

Cuando leo El libro de Urantia, me siento en expansión, como podría un ave sentirse durante el vuelo. Aunque la sensación es difícil de describir, me siento en conexión con toda la creación de Dios. Supongo que todos los lectores se ven afectados de similar manera. Como seres humanos, tenemos limitaciones en la comprensión del amor que nuestro Padre siente por nosotros. Pero a pesar de nuestras limitaciones, podemos experimentar inmensos sentimientos de amor, así como una indescriptible conexión para con nuestro Padre.

¡No permitamos que dicha conexión desaparezca al realizar nuestras tareas diarias! Permitamos que se convierta en un ritual diario, en una parte de nosotros sin la cual no podemos vivir! Luchemos contra nuestras limitaciones y valientemente pasemos cada prueba que la vida nos trae. Permitámonos "aprender a disfrutar de la incertidumbre, para enriquecerse con las decepciones, entusiasmarse con los fracasos aparentes, para vigorizarse en la la presencia de dificultades, exhibir un valor indomable frente a la inmensidad y ejercer una fe invencible al enfrentarse con los desafíos de lo inexplicable. "(291.3) 26:5.3.

¡No olvidemos quiénes somos y hacia dónde vamos! Recordemos todos los días el compromiso que hemos asumido de buscar la verdad. Y teniendo esta gran revelación en nuestras manos, llevemos las enseñanzas a la práctica, no sólo creyendo en ellas, sino viviéndolas diariamente motivados por el amor, activados por el ministerio altruista y manteniendo una verdadera conexión con nuestro Padre.

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