En recuerdo de Seppo Kanerva: carta a un hermano, amigo y colega

Versión para imprimirVersión para imprimir
Georges Michelson-Dupont
Seppo Kanerva
Seppo Kanerva

De Georges Michelson-Dupont, vicepresidente internacional y director de traducciones de la Fundación Urantia, Recloses (Francia)

Nota de la redacción: Seppo fue un hombre de servicio al proyecto y la comunidad de El libro de Urantia. Comenzó en 1984 cuando emprendió la traducción del libro al finés. Participó activamente en la creación de la filial finlandesa de la Asociación Urantia Internacional, trabajó como responsable de traducciones de la Fundación Urantia, se unió la Junta de Fideicomisarios en 2001 y luego fue presidente de la junta desde 2004 hasta su jubilación en 2008. Todos nos beneficiamos de sus contribuciones, de su tutoría y, sobre todo, de su amistad. Seppo, te deseamos buen viaje en tu avance por los mundos mansión. Estamos seguros de que tu encanto seguirá deleitando a todos aquellos con los que te relaciones.

Querido Seppo:

Después de una vida plena de servicio, te has unido a muchos de nuestros hermanos y hermanas en los mundos mansión y continúas tu viaje de camino al Paraíso. Me gustaría compartir algunos recuerdos de nuestro tiempo juntos al servicio de la Fundación Urantia y de la comunidad Urantia.

Te conocí por primera vez en Helsinki con motivo de la creación de la asociación finlandesa en julio de 1989. Allí me enteré de que casi habías terminado de traducir El libro de Urantia al finés.

Más tarde, unas veces con Richard Keeler, otras con Martin Myers, viniste a visitarnos varias veces a Blennes, donde discutimos la revisión de la traducción francesa y otros intereses comunes con mi padre, Jacques Dupont. Los conflictos entre la Fundación y la antigua Hermandad figuraban entre nuestras preocupaciones. Tanto tú como nosotros (mi padre, mi esposa y yo) siempre habíamos expresado nuestra lealtad y apoyo a la Fundación, y sentimos mucho oír las críticas dirigidas a la Fundación Urantia durante todos esos trágicos acontecimientos y ser testigos de su impacto en las comunidades urantianas de todo el mundo. Amigo mío, ciertamente fue una época de graves dificultades y pruebas.

Durante esta prueba de dificultades, tejimos fuertes lazos de hermandad y cooperación inteligente. Recuerdo que te encantaban las vieiras que mi suegra, a la que llamabas Meme, solía preparar especialmente para ti cuando venías a casa.

En el verano de 1995, tú, Richard Keeler y yo, junto con Damian Bondi, empleado de la Fundación, confeccionamos y formateamos la pequeña versión del libro con cubierta de vinilo en inglés, finés, español y francés. Estábamos orgullosos del resultado y felices de poder poner la revelación a disposición de los buscadores de la verdad a un precio muy competitivo.

Después preparamos juntos las dos conferencias de traductores en París de 1996 y 1997, que condujeron a una aceleración de las traducciones, a una mejor cooperación entre los traductores y al inicio de un proceso unificado. Después de la segunda conferencia te convertiste en el responsable de traducciones de la Fundación Urantia.

Recuerdo que hablabas varios idiomas: español, portugués, inglés, alemán y algo de francés. Además de las tareas de organizar y coordinar las traducciones, supervisaste con gran amabilidad y tacto el trabajo de corrección de la traducción al español realizado por un equipo de lectores.

Por último, te convertiste en fideicomisario en 2001, en sustitución de Kwan Choi. Todos, en la Fundación y en el movimiento Urantia, te debemos mucho. Recuerdo tu silueta, al final de la tarde después de nuestras reuniones en el 533, en el balcón de la Fundación, fumando cigarrillos con un vaso de vino en la mano, riendo a carcajadas y haciendo bromas. Tenías un gran sentido del humor, una alegría de vivir comunicativa y un gran sentido de la responsabilidad. Francamente, eras una inspiración para todos los que te rodeaban.

Lo que permanecerá como algo fundamental en el recuerdo de nuestra relación es tu lealtad, inteligencia, amabilidad y sentido del compromiso.

Adiós y hasta pronto. Te quiero, hermano mío.

Georges

1991. Jacques Dupont, Seppo Kanerva, Richard Keeler, 
Georges Michelson Dupont
1991. Jacques Dupont, Seppo Kanerva, Richard Keeler, Georges Michelson-Dupont

INFORMACIÓN SOBRE LA FUNDACIÓN

Versión para imprimirVersión para imprimir

Urantia Foundation, 533 W. Diversey Parkway, Chicago, IL 60614, USA
Teléfono: (fuera de EUA y Canada) +1-773-525-3319
© Urantia Foundation. Reservados todos los derechos